Su carácter alegre y extrovertido, su talento dramático en el escenario y una voz de tenor casi perfecta, con una potencia soberbia, hicieron de él uno de los tenores más aclamados de la historia y el mejor pagado de su tiempo. Contribuyó grandemente a su popularidad la difusión a través del fonógrafo de sus interpretaciones (Enrico Caruso fue el primer tenor que efectuó grabaciones), lo cual supuso el inicio de un nuevo fenómeno de masificación de la música.
No hay comentarios:
Publicar un comentario